Ciudad bulliciosa con arquitectura y arte claramente normando, repleta de iglesias barrocas y mercados medievales situados en sus curiosas calles en forma de laberinto.
Capital de la región, situada en una magnífica posición en el golfo que toma de ella su nombre, en el
margen de la Conca d’Oro. El núcleo antiguo de la ciudad surgió en el siglo XVII y está dividido en cuatro sectores con dos vías principales que se cruzan en la plaza Vigliena, llamada
`Quattro Canti`(las cuatro esquinas). En ella se
pueden admirar los monumentos más famosos de la
ciudad, como el ex Palacio Real, la catedral construida
entre 1170 y 1185, donde antes existía una antigua basílica cristiana, el Castillo de la Zisa, insigne
monumento árabe-normando o el teatro Máximo, entre muchos otros ejemplos de la riqueza artística de la ciudad.
La ciudad moderna posee un ritmo trepidante, donde su principal punto de atracción lo marca el puerto, amplio y bien equipado, donde convergen carreteras
y ferrocarriles desde todos los puntos de la isla. La provincia de Palermo se extiende hacia el noroeste
de la isla, sobre un terreno eminentemente montañoso. |