Roses es a la vez centro turístico y pueblo de pescadores. Ubicada en el extremo nordeste de Cataluña, es la capital turística de la Costa Brava Norte.
Roses, ciudad varias veces milenaria, aparece en un punto geográfico especialmente privilegiado con el Mar Mediterráneo y el Cap de Creus como testimonios protagonistas.
Qué hacer
Roses tiene muchas posiblidades de ocio y entretenimiento. Todo aquello que el visitante necesita para pasar unas buenas vacaciones, o simplemente un fin de semana inolvidable, está a su alcance en Roses. Deportes aéreos, acuáticos o marítimos, gastronomía selecta, o actividades de aventura; visitas culturales, estancias relajadas o sencilamente el placer de concer gente, es solo una pequena parte de todo aquello que uno puede encontrar o realizar en una de les capitales marítimas del Ampurdan.
Lugares de interés
Un paseo por el recinto de la Ciudadela es imprescindible para todo aquel que visite Roses. Declarada conjunto histórico-artístico en 1961, constituye un importante yacimiento arqueológico en el que se encuentran los restos de la ciudad griega de Rhode. Muy interesantes son las visitas a los Parques Naturales del Cap de Creus y Aiguamolls de l´Empordá. Sin embargo, lo más atractivo de Roses es su costa llena de contrastes, con acantilados, calas recoletas de aguas transparentes y playas poco profundas de fina arena, ideales para familias y para la práctica de toda clase de deportes náuticos, entre las que destacan:
Cala Jòncols, una cala virgen, de paisaje salvaje y de aproximadamente 190 m de longitud, a 12 km del centro de la localidad de Roses. A ella se accede por una carretera litoral que bordea la costa pasando por el cabo Norfeu hasta finalizar en Jòncols. Se trata de una cala formada por guijarros y cantos rodados; el fondo marino, que adquiere rápidamente un fuerte desnivel, está compuesto por el mismo tipo de piedras. Es ideal para la práctica del submarinismo (existe allí un centro especializado).
Cala Calitjàs, una
pequeña cala de 110 m, rodeada de acantilados y aguas transparentes, se encuentra a 8 km de Roses, entre las calas de La Pelosa y Montjoi. Se accede a ella por la misma carretera litoral que bordea la costa y llega más allá del cabo Norfeu. Se trata de una cala de arena de grano medio y de color gris. Sus aguas adquieren profundidad rápidamente.
La Pelosa, situada al abrigo de la península del cabo Norfeu, es una de las calas con más tradición popular de Roses. Se halla a 9 km de Roses y tiene una longitud aproximada de 90 m. Allí se encuentran una barraca de pescadores (antiguo refugio de marineros) y un pequeño bar restaurante en el que es posible degustar todas las especialidades que ofrece el mar Mediterráneo.
La playa es de arena gruesa, con un desnivel considerable del fondo marino. Se encuentra a 8 km de Roses, siguiendo la misma carretera costera que lleva a las calas de Jòncols y Montjoi.
Canadell es una pequeña cala salvaje y solitaria formada por guijarros y cantos rodados y ubicada entre las calas Jòncols y Pelosa. No supera los 60 m de largo. Se encuentra a unos 10 km de Roses.
Calís, entre las calas Montjoi y Rostella. Es de reducidas dimensiones (50 m) y presenta arena de grano medio. Hay quien la considera una pequeña prolongación de la cala Montjoi, ya que la única separación entre ambas son unos escollos que arrancan del mar.
Cala Montjoi se encuentra a 7 km de Roses, entre las calas Calitjàs y Calís. Es una cala amplia y concurrida, de 270 m de largo, ideal como refugio para las embarcaciones así como para la práctica del submarinismo (existe allí un centro especializado). De arena gruesa combinada con guijarros, presenta un fuerte desnivel del fondo marino. Allí se encuentra una ciudad de vacaciones y el famoso restaurante El Bulli, considerado uno de los más selectos del planeta y galardonado con 3 estrellas Michelin. |