El país más pequeño del Magreb, poseedor de un gran legado cultural debido a los muchos imperios que han pasado por el país, fenicios, romanos, bizantinos, árabes, otomanos y franceses. Un país moderno bañado por el mediterráneo, con hoteles de ensueño que invitan al relax y a la contemplación. Y maravillosos oasis con muchísimas palmeras contrastan con las dunas de arenas interminables.
Artesanía
Los tapices, que se distinguen por regiones según sus motivos decorativos y colores utilizados; la cerámica, muy apreciada en Jerba y Nabeul; el cobre, elaborado con la antigua técnica de cincelado tunecino; el cuero, la madera tallada, las joyas, encajes, bordados y la alfarería.
Gastronomía
El couscous ya sea de cordero, pollo o pescado es el rey de la cocina tunecina. Otro plato muy popular es la brik, un hojaldre relleno de huevo que al freírse se vuelve crujiente y suave. La ensalada más típica es la mechuia, que tiene como ingredientes principales pimientos asados y tomates. En cuanto a las carnes hay varias especialidades como la kucha o la kamunia, aunque los platos más comunes son la tajina, que es una carne guisada muy condimentada y el mechui, que utiliza carne de cordero. Y en lo referente al pescado, la dorada . Las bebidas más populares son el té a la menta, y el café turco.
Lugares de interés
Hammamet, el principal enclave turístico, famosa por sus playas y jardines vistosos. Isla de Djerba, la polinesia del Mediterráneo, Madhia, antigua capital fatimi de hermosas playas y antiguas fortalezas, Port El Kantaoui y Sousse, mezcla de modernismo y tradición, ofrecen el encanto del típico pueblo tunecino. |